Chacra La Magdalena
En José Ignacio, a pocos minutos de la playa, se encuentra la Chacra La Magdalena. Un espacio donde el tiempo parece detenerse y los sonidos de la naturaleza llenan cada rincón. Desde el amanecer hasta la caída del sol, la vida aquí se vive de forma distinta, con la calma de lo sencillo y la belleza de lo auténtico.
Espacios al aire libre y actividades
El entorno natural de La Magdalena es un protagonista indiscutible. Un arroyo con embarcadero para paseos en kayak, un tajamar con una pequeña isla y un puente que parece sacado de un cuento. Los más pequeños pueden pasar horas en las casitas de los árboles, mientras que los adultos disfrutan de la huerta orgánica o de un tranquilo paseo en bicicleta.
El día puede terminar pescando en el lago, probando suerte con las tarariras, o jugando al croquet en el césped. Todo rodeado de flores, aves y mariposas que dan vida al paisaje.
Un lugar para compartir momentos especiales
Además de ser un refugio para los viajeros, La Magdalena se transforma en el escenario ideal para eventos únicos. Desde casamientos bajo un cielo estrellado hasta conciertos de cámara en un entorno íntimo, el espacio se adapta para crear recuerdos inolvidables.
Imagínate una noche en la terraza, bajo un cielo lleno de estrellas, escuchando el canto de los grillos mientras el aroma del campo te envuelve. Eso es La Magdalena: un lugar donde lo simple se convierte en extraordinario.
Casa Sueños: Espacio para la familia
Casa Sueños es más que una casa de campo; es un refugio pensado para compartir en familia o con amigos. Diseñada para alojar hasta nueve personas, cuenta con cuatro dormitorios acogedores y un deck que se abre hacia el arroyo. En las tardes, el aire se llena del sonido de las aves mientras el sol pinta reflejos dorados en el agua. La parrilla en el exterior es el lugar perfecto para un asado, acompañado por la brisa del campo.
En su interior, la decoración combina toques rústicos y detalles elegantes, creando un ambiente cálido. El aire acondicionado asegura comodidad en todas las estaciones, mientras que la tranquilidad del entorno te invita a desconectar y vivir al ritmo de la naturaleza.
Casa Fuego: Para encuentros más íntimos
Con capacidad para siete personas, Casa Fuego es ideal para grupos más pequeños que buscan disfrutar de la vida en el campo. Su terraza con vista al campo es el lugar perfecto para comenzar el día con un mate o terminarlo con una cena bajo las estrellas.
Los tres dormitorios ofrecen comodidad y un estilo que refleja la esencia del campo uruguayo. Al igual que Casa Sueños, aquí también encontrarás detalles cuidados, como aire acondicionado y un ambiente decorado con buen gusto. Pero lo que realmente hace especial a Casa Fuego es su conexión con el entorno: desde las ventanas puedes ver las caballerizas, el lago y el puente que lleva a la isla.
Casa Agua: Un rincón para parejas o familias pequeñas
Pequeño y acogedor, el bungalow Casa Agua es perfecto para quienes buscan un retiro tranquilo. Con espacio para tres personas, su diseño incluye un entrepiso con una cama y una cocina que invita a preparar comidas sencillas para disfrutarlas en el deck al aire libre.
Desde aquí, estás a pasos del arroyo y el embarcadero, donde puedes tomar un kayak y explorar el paisaje. Por las noches, el canto de los grillos y el susurro del agua crean una atmósfera difícil de olvidar.
Casa Tierra: Sencillez en plena naturaleza
Casa Tierra ofrece un refugio similar al de Casa Agua, pero con su propio carácter. Con capacidad para tres personas, su diseño incluye dos camas individuales y una tercera en el entresuelo, junto con una pequeña cocina y una terraza al campo.
Es el lugar perfecto para disfrutar de la serenidad del entorno. Los juegos de jardín y las casitas en los árboles están al alcance para quienes viajan con niños, mientras que los adultos pueden relajarse o explorar el tajamar cercano.
Cada casa en La Magdalena tiene su propia esencia, pero todas comparten algo en común: la tranquilidad de un entorno único donde el tiempo parece detenerse. Imagínate despertando con el sonido de los pájaros y durmiendo bajo un cielo estrellado. Eso es lo que encontrarás aquí, un espacio para vivir al ritmo de la naturaleza.